JUAN PUENTE

• 01/01/2020 21:38:00.
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CUENTO NAVIDEÑO

Extraído de la antología de cuentos navideños de Dickens.

Erase una vez un joven contratado que no estaba en listas de contratación. Un poco atolondrodado y charlatán pero simpático. Gracias a un conocido de su padre consiguió un contrato en un CTA. Era un poquito vago y en cuanto podía trataba de escaquearse. Caía bien a los jefecillos y estos hacían la vista gorda. Ya digo que era simpático y pelotilla.
Pero un día se topó con un jefecillo que había cambiado el turno y era conocido por su carácter tiránico. Así que le abrió un expediente por "escaqueo" y de resultas de este expediente fue expulsado.
De nuevo gracias al conocido de su padre a los meses fue contratado en diversos puestos de ventanilla y cartería. Pasaron los años. Se afilió a CCOO y empezó la preparación para el examen de consolidación. Un día le "robaron" del carro dos paquetes de China. No dijo nada y los dio como entregados falsificando la firma.
Naturalmente al poco tiempo los destinatarios reclamaron los envíos y se descubrió el pastel.Le abrieron otro expediente y cuando todo el mundo esperaba que le despidieran tan solo le pusieron 3 meses de suspensión de empleo y sueldo. Al poco de terminar estos tres meses consiguió entrar como fijo en el examen de consolidación. Le destinaron al CTA donde empezó y en un año era jefecillo.

Casi en la misma época una cartera contratada, en la cincuentena, con más de 15 años de antigüedad, también fue expedientada.No estaba sindicada ni tenía enchufes y además se solía enfrentar a los jefecillos cuando consideraba que había actuaciones injustas.La acusaban de falsificar una firma de la entrega de un paquete de China.La destinataria decía no haberlo recibido. La veterana cartera contratada sostenía que se lo había entregado a una persona extranjera que se identificó con un pasaporte en el domicilio. Este domicilio era un piso en el que se alquilaban habitaciones a inmigrantes.
Se le abrió expediente y de resultas de éste expediente fue despedida y jamas ha vuelto a trabajar.

Moraleja: A quién a buen árbol se arrima buena sombra le cobija.