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709.323 mensajes • 396.059 usuarios registrados desde el 25/05/2005

Rasspu

¿Qué pasa, güey?

• 03/04/2025 22:49:00.
Mensajes: 425
• Registrado: septiembre 2008.

LA CHUCKYPANDI.

Desayunaba con una compañera, de esas cuya presencia escasea en la vida, y por ende, en la Junta. Su cabello caía en un desorden perfecto, y en la profundidad de sus ojos oscuros latían historias que, seguramente, yo jamás llegaría a conocer. Cuando reía, lo hacía con la certeza de quien ha visto el truco detrás de la magia. Y cuando me miraba, incluso en mis peores momentos, algo en su forma de hacerlo me hacía creer que aún quedaba esperanza en este jodido mundo. No pedía nada, no explicaba nada. Simplemente existía, como las estrellas en el firmamento. Y ahí estaba yo, cuando el rojo de su carmín, en perfecta armonía con su blusa, encendió en mí la certeza de lo que debía hacer. Me despedí de ella, pasé por un centro comercial, me compré un traje blanco y un sombrero de copa, y tomé el primer AVE rumbo a Sevilla.
Mientras el verdor del Valle del Guadalquivir, empapado por las recientes lluvias, se deslizaba por la ventana. Mi cabeza no paraba de dar vueltas en torno a la clase política. Pensaba en muchos de los políticos actuales, de un lado y del otro de Despeñaperros, y me entretenía en imaginar cual sería su trabajo si no estuviesen en política. La mayoría terminaban vendiendo pañuelos en un semáforo, limpiando coches o vendiendo bragas en un mercadillo. Sin Ministerio o Consejería, no hay gloria. La mediocridad hecha carne. Que aquellas personas estuviesen legislando, era otro claro síntoma de lo enferma que estaba la sociedad en la que vivimos. Y ellos no tenían la culpa, claro. El ser humano es una criatura fascinante, eso no se puede negar. Pero, seamos honestos, la mayoría de nosotros somos mediocres. No sé si es porque nos echan algo en el agua o por las ondas de los móviles. Pero la realidad es que ya no abundan los genios. Ya no hay individuos como Aristóteles, Beethoven, Cervantes, Newton, Miguel Ángel, Velázquez, Einstein o Darwin. Ya no hay nadie capaz de hacer algo que dure siglos, algo que realmente impulse a la humanidad hacia adelante. Lo que nos espera es que, cuando nos hayamos ido, en un par de generaciones, como mucho, nadie recuerde ni siquiera nuestro nombre. Y, si la mayoría somos mediocres, es obvio que los que aspiran a gobernarnos, buscando el apoyo de esa misma mayoría, terminen siendo cada vez más como nosotros: un reflejo de la mediocridad que todos cargamos.
En fin, a lo que íbamos: con mi flamante indumentaria, me encaminé directamente a San Telmo. Tal como imaginé, la entrada no supuso ningún obstáculo. Le solté a uno de los conserjes que tenía cita con Mr. X (el amigo Chucky). En esta vida, la actitud lo es todo, y yo sabía cómo venderla.
Mientras ascendía las escaleras tras el conserje, fui reviviendo en mi mente el último sermón que Chucky ofreció a sus feligreses, para ponerme en sintonía. Era tan aburrido, tan jodidamente pretencioso, y la historia tan manipulada que daba ganas de vomitar. Seguro que esa mañana se despertó con las hemorroides en llamas y decidió que el mundo tenía que pagarlo. Y ahí estábamos nosotros, recibiendo la mierda de su mal día. Pero está vez me iba a oír. Vaya si me iba a oír.
Mi acompañante me dejó plantado frente a la pomposa puerta que conducía a su antedespacho y se esfumó sin más. Abrí la puerta. Tal como imaginé, allí estaban, tres secretarias con pinta de haber ganado el concurso de belleza de su provincia. Sus seis ojos, se clavaron en mí: unos verdes, otros azules y los últimos de un pardo grisáceo, toda una exhibición cromática. Nervioso, me quité el sombrero de copa. Una de ella, la de los ojos verdes, se levantó y se dirigió hacia mí, ondulándose lentamente, como si fuese una silueta vista bajo el agua. Movía sus piernas de tal manera que parecían hablar y, sinceramente, era hermoso escucharlas.
Su aroma llegó antes que ella, y en ese instante me sentí como si pisara una mina antipersona. En lo más hondo de mi cerebro, llegué a escuchar el clic fatal, el sonido imperceptible que anunciaba la explosión inminente, la que haría trizas mis entrañas en una fracción de segundo. Era una fragancia donde predomina el jazmín, aunque también percibí el frescor de una ducha reciente y el almizclado aroma de su cuerpo. Mi cerebro se empapó de su olor. Alcancé a oler la crema corporal que bañaba su piel, incluso el champú que había usado. La huelo como huele la tierra un perro. Está tan cerca que puedo sentir la tibieza de su cuerpo. Azur de Puig y Heno de Pravia, la misma combinación de fragancias que usaba mi abuela…
Resulta curioso cómo un simple olor es capaz de transportarnos a lugares recónditos de nuestra memoria, lugares que parecían olvidados para siempre, y lo hacen de manera instantánea: olor, ¡zas!, emoción y recuerdo… Era un recuerdo de la infancia, de cuando los domingos por la tarde visitábamos a los abuelos. En mi recuerdo, mi abuela luce hermosa. Los rayos del sol que entran por la ventana parecen conferir a su cabello la consistencia y el color de una nube, y a sus ojos azules el brillo de las primeras estrellas en el cielo de la tarde. Aquella maravillosa mujer nos da a mi hermano y a mí una moneda…. Aún guardo en mi memoria la sencilla alegría durante el camino a la tienda de golosinas. El paseo por el césped recién cortado, cuyo olor llenaba el aire de aquel verano eterno, el zumbido de las abejas en la fresca sombra de los álamos. Era feliz en la creencia que todos tenemos en la infancia de que el mundo es bueno, la creencia de que el mal es solo una excepción. Y también era feliz porque sabía —o al menos eso creía en ese instante— que Elisa, mi compañera de pupitre, estaba enamorada de mí. Y mi vida, por un momento, parece lo más increíble que le ha pasado a alguien con 8 años. Sé que soy feliz, porque mi corazón late tan fuerte que me parece que va a estallar…
—Oiga, ¿está bien?
—¿Eh?
—Que si se encuentra bien, se ha puesto muy pálido.
—Bien… —balbuceé. Esa combinación de deslumbrante belleza teutona con los aromas que mi abuela solía usar, tan cálidos y familiares, me había dejado completamente descolocado. Era como si mi cerebro reptiliano se hubiese metido en un ring de artes marciales mixtas a darse de hostias con el límbico.
—Ok. ¿Por qué quería hablar con Mr. X?
—¿Cómo? —Por mucho que lo intentaba, no pillaba una mierda de lo que salía de sus carnosos labios.
—Que cuál es el motivo de su visita, el asunto que quiere tratar con Mr. X—Finiquitó la frase con una sonrisa luminosa, húmeda y cálida.
—Ah, sí… —dije, tratando de ganar tiempo, buscando un atisbo de coherencia en el torbellino en el que se había convertido mi mente y algo de humedad en mi boca, seca como un desierto. Entonces, tratando de adoptar una expresión seria y la entonación más indignada que mi situación me permitía, añadí—: Malos funcionarios son no, veces hacen traboja, bueno es. Veces otras, escaqueo gente ve, pero no. Esta administración es sido buena, mala a veces, siempre o no, en función de cómo eche él. Decreto coge pone si. Y si no, coge, rompe, tira. Entonces la sentido cobra tonta-lmente. Chucky, amigo no… O eso pienso yo.
Descompuesto, casi cegado, tan solo esperaba que mi fino hilo de vida por fin se quebrara y me dejara volar hasta las estrellas.

6 RESPUESTAS AL MENSAJE

Mercurita

Pícara latiniparla

• 04/04/2025 0:06:00.
Mensajes: 92
• Registrado: julio 2008.

RE:LA CHUCKYPANDI.

Pensé que ibas a terminar diciendo "No, hija, no!" como decía Ozores, jajajaja.
Genial como siempre Rasspu.

Ethereum

Eso es en la ventanilla de al lado.

• 04/04/2025 11:18:00.
Mensajes: 34
• Registrado: julio 2022.

RE:LA CHUCKYPANDI.

Maravilloso, como siempre. Siempre me imaginé así el Palacio de San Telmo, aunque con trampas de pinchos, dardos y guillotinas por todos lados para los interesados, al más puro estilo Indiana Jones.
Gracias por otro fascículo más de esta maravillosa historia.

MasPlazas

• 04/04/2025 11:20:00.
Mensajes: 674
• Registrado: octubre 2010.

RE:LA CHUCKYPANDI.

Es buenísimo Rasspu.

Me encanta como escribes, me divierte muchísimo.
Gracias

ArenaGranada

• 05/04/2025 0:02:00.
Mensajes: 392
• Registrado: febrero 2008.

RE:LA CHUCKYPANDI.

Sin duda estás perdiendo el tiempo y el dinero de funcionario.

Elichocolate

• 05/04/2025 2:51:00.
Mensajes: 23
• Registrado: agosto 2021.

RE:LA CHUCKYPANDI.

Tus historias son mi nueva adicción. Cuento los días hasta el próximo viernes. Gracias de corazón.

Rasspu

¿Qué pasa, güey?

• 05/04/2025 20:39:00.
Mensajes: 425
• Registrado: septiembre 2008.

RE:LA CHUCKYPANDI.

Mercu, Ethereum, MasPlazas, ArenaGranada, Eli, muchas gracias por vuestras palabras. !Sois la leche!


Seguro que tienes mucho que decir, te estamos esperando.


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