ojy

• 30/11/2018 17:29:00.
• Mensajes: 23
• Registrado: noviembre 2018.

Basta ya de que nos tomen el pelo

No he escrito nunca en el foro gracias a el me he mantenido informada pero mi frustración no da más de si y he decidido escribir y enviar este texto a periodicos, grupos parlamentarios, y a todos los componentes de la comisión de justicia del Congreso de los Diputados así como a los sindicatos. No creo que mi voz se oiga pero creo necesario que desde la heterogeneidad y la distancia, el objetivo es común y al igual que a la hora de luchar por nuestro objetivo individual día a día renunciando a tanto en esas horas de estudio, hoy tenemos que levantarnos y luchar de otra forma, para que nuestro esfuerzo, nuestra superación no caiga en saco roto, no hay justicia, pero si todo el mundo guarda silencio aceptamos tácitamente que jueguen con nuestro futuro.
Adjunto el texto:
Me gustaría hacerles saber la situación de miles de opositores a la Administración de Justicia, que ayer vieron en forma de borrador la imposibilidad de concurrir a un proceso justo, libre y con igualdad de oportunidades; años de estudio, de dedicación, de resignación, de lucha diaria, que se desvanecen de un plumazo ante la expectativa de un concurso oposición donde los "méritos" se estiman en un 40% y la fase oposición en un 60%.
El Ministerio de Justicia ha aceptado de pleno y sin negociación las propuestas de los sindicatos ( con afiliados y personal interino en sus listas) , obviando a miles de personas que llevan años jugándose algo tan preciado como es su tiempo, a un día de examen; han sucumbido a un modelo en el que un opositor que no lleve años en la lotería de engrosar las listas de interinos, no tenga ninguna posibilidad frente a otro que prácticamente lleva 20 o 30 años ocupando una plaza que no le corresponde porque no ha superado el proceso selectivo.
La separación de poderes ya está en duda constante, pero hasta qué punto desconoce la población que no comprende solo las esferas más altas de la justicia, que está politizado hasta el acceso a las escalas más bajas donde se desarrolla el trabajo inmediato para que cualquier hecho pueda ser juzgado; donde gran parte del personal ocupa un puesto no por conocimientos reconocidos, sino por una meritocracia instaurada en la colección de horas trabajando en una administración pública donde los sindicatos han conseguido hacer y deshacer a su antojo transformando el empleo público en una especie empresa privada al servicio de los mismos.
Un gobierno socialista, que venderá esta oferta como una de las mayores de la historia y se colgará el triunfo de crear empleo público y eliminar plazas de interinos, sin que en ningún medio aparezca vaga mención de que esto ha supuesto un mero trámite para que los interinos ocupen esas plazas, haciendo imposible a cualquier persona que se presente por oposición “libre” conseguir superar la oposición.
Tratan de convertir este proceso en algo similar al de educación, más que cuestionable, pero agravado con el hecho de que en la Administración de Justicia las bolsas de interinos se ofertan, con suerte, en cada ámbito territorial con una periodicidad de al menos dos años, y mientras que en educación o en sanidad no pueden dejar una plaza vacante apenas un día, auxiliándose de las bolsas; en justicia no existe la posibilidad de cubrir una plaza por una semana ni de ser llamados con esta asiduidad para, poder tener en su haber, al menos algún punto por horas trabajadas en la Administración.
Es una espiral que nunca termina, los opositores pueden conseguir superar hasta tres procesos selectivos (auxiliar de la administración de justicia, tramitador procesal, y gestor administrativo y procesal) y no renunciar a ninguno de los tres; los cuales son cubiertos por interinos que llevan años viviendo de dicha meritocracia instaurada, por el simple hecho de horas en la Administración y por haber realizado cursos de formación exclusivos a los trabajadores de la administración y excluyentes para todos los que no han podido cruzar el umbral de haber sido llamados a cubrir la plaza vacante.
Han conseguido que una amplia parte de la plantilla se haya configurado en una especie de privatización de las bolsas, que, para cualquiera de los opositores mortales, es prácticamente imposible acceder. Y ahora además de los años trabajando a costa de plazas de funcionarios (que no salen en su gran mayoría en las ofertas de empleo publico para que se pueda seguir sufragando este sistema) van a verse recompensados, como una clase preferente en el proceso selectivo.
A la más que cuestionada Ministra de Justicia Dolores Delgado, debe habérsele olvidado lo que supone ser opositor, y la precariedad de la Administración de Justicia, decidiendo como viene siendo habitual, pero en esta ocasión de forma descabellada, que sean los sindicatos los que lleven la dirección de las oposiciones, supeditándose a todas sus reclamaciones.
Han cerrado la puerta a miles de jóvenes, formados y actualizados, que desean un trabajo digno a costa de horas de estudio, en favor de interinos, que recordemos no han sido capaces de superar el proceso selectivo tras decenios de oportunidades y llevan años subsistiendo de este sistema opaco y restrictivo. Construyéndose eficazmente la sociedad de las desoportunidades.