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709.323 mensajes • 396.059 usuarios registrados desde el 25/05/2005
• 29/04/2006 21:03:00.
• Mensajes: 32
• Registrado: agosto 2005.
para comentar.
¡Intelijencia, dame
el nombre exacto de las cosas!
... Que mi palabra sea
la cosa misma
creada por mi alma nuevamente.
Que por mí vayan todos
los que no las conocen, a las cosas;
que por mí vayan todos
los que ya las olvidan, a las cosas...
¡Intelijencia, dame
el nombre exacto, y tuyo
y suyo, y mío, de las cosas!
• 29/04/2006 23:18:00.
• Mensajes: 63
• Registrado: diciembre 2005.
HOla, me ha gustado mucho tu texto, asi q "a pelo" me pongo a comentarlo a ver que me sale.
Nos encontramos ante un texto de Juan Ramón Jiménez concretamente el poema Intelijencia inserto dentro de su antología Eternidades. Como bien nos indica ya el propio título, el poeta se encuentra en estos momentos ante una nueva forma de escribir inspirada no solo en la belleza e inspiración, sino en su propia intelijencia, con j para hacerla resaltar. Pues con dicho término nos quiere indicar que nos encontramos ya en una nueva etapa de su escritura, en el Novecentismo, que corresponde con su segunda etapa literaria.
En el poema el autor nos habla de una nueva forma de crear las cosas totalmente opuestas a las anteriores.
Por tanto, debemos decir que este poema se convierte en la clave de su paso del modernismo y simbolismo al Novecentismo, donde ahora se interesa por la inteligencia, y no por la musicalidad, el ritmo y la belleza.
El recurso más repetido del poema es el paralelismo que se halla en todo su contenido: "Intelijencia, dame"; "que por mí vayan tdos los que no las conocen, a las cosas; que por mí vayan todos los que ya las olvidan, a las cosas...
Asimismo, dbemos decir q en cuanto a su contenido, la palabra clave está en "cosas", palabra además con un sentido ambiguo (corregirme, pq estas palabras tienen un nombre y ahora no caigo)
En definitiva, decir que el poeta, Juan Ramón Jiménez, magnífico entre sus contemporáneos y que actualmente nos encntramos de aniversario de su Nobel, hace una gran invocación a su intelijencia, para manifestar los nombres de todas las cosas.
Bueno, aki lo dejo,pq he empezado mu fuerte, y esto ultimo creo que...... esta na mas q regu, jeje, porfa, corregirme, ok??
Venga animaos eh, espero mas comentarios.
• 30/04/2006 18:15:00.
• Mensajes: 32
• Registrado: agosto 2005.
Gracias Piscis, por ahí van tb los tiros de loq ue yo pensaba hacer. He elegido este poema, porque la poesía pura, sin artificio, me parece difícil de comentar, cuando no aparecen recursos, ni demasiados artificios, qué se comenta?. No sé me parece un reto, además de ser casi un metapoema ¿no? en cierta manera reflexiona sobre le lenguaje, y la capacidad de establecer referencias directas entre las cosas, nombres y sus significados. Parece que el encontar esa palabra perfecta que logre encerrar en su secuencia fonética el significado completo y redondo de conceptos y cosas, es una obsesión en la etapa intelectual de JRJ
• 30/04/2006 18:40:00.
• Mensajes: 63
• Registrado: diciembre 2005.
MUCHAS GRACIAS POR VUESTRAS ANOTACIONES, A VER SI ALGUIEN MAS SE ANIMA Y NOS HACE EL COMENTARIO, JEJEJE. sALUDOSSSS
• 30/04/2006 18:53:00.
• Mensajes: 32
• Registrado: agosto 2005.
Sí oxidado, tienes razón. JRJ era de la línea emprendida por la Rae y después abortada de simplificar la ortografía española, y por eso, siempre utilizaba la J, pese ir contra la norma ortográfica. Creo que Andrés Bello propuso esta simplificación a la Academia pero no prosperó, aunque JRJ siguió adelante con su empeño Ya se sabe ¡el que puede, puede¡ El resto de los mortales a diferenciar g/j. Por cierto oxidado, te echaba de menos, a ver si nos pones uno de tus geniales comentarios.
• 30/04/2006 22:38:00.
• Mensajes: 13
• Registrado: marzo 2006.
Aquí os mando un intento, pero bastante pobre.
Nos encontramos ante un texto de carácter literario perteneciente al género lírico. Como texto en cuanto tal viene caracterizado por su cierre semántico y comunicativo y por constituir una unidad de comunicación completa. Como texto literario predomina en él la función estética o poética.
Como unidad comunicativa, debemos comentar aquellos elementos que se refieren a ella. La referencia al emisor es clara desde el primer verso, gracias a la aparición del pronombre “me” (“dame”). Nos hallamos, por tanto, ante un emisor en 1ª persona que exhorta y expresa un deseo –funciones conativa y expresiva de la lengua–. Los deícticos que señalan a la primera persona se repiten a lo largo de todo el poema en forma de pronombres personales, y pronombres o determinantes posesivos. También encontramos referentes a la segunda persona: comienza con un vocativo (“inteligencia”) y en las formas verbales (“dame”).
La forma externa elegida por el autor es el verso. Conforman el texto 12 versos en los que se combinan heptasílabos (1, 3, 6, 8, 10 y 11); eneasílabos (2, 5, 12) y dos endecasílabos (7 y 9). En cuanto a su estructura interna, podemos dividirlo en tres partes. En la primera, que abarcaría los dos primeros versos, el “yo lírico” hace una invocación a la “intelijencia” (la elección de la grafía “j” para el sonido velar oclusivo sordo nos remite inmediatamente a Juan Ramón Jiménez) para que le ayude a buscar el nombre de los objetos –más adelante comentaremos este punto–. La segunda parte comenzaría en el verso 2 hasta el verso 9. Aquí se abandona el tono exhortativo de la primera para adoptar la modalidad desiderativa; el poeta expresa su deseo de renovar la lengua poética al margen de todo sentimentalismo, romanticismo o patetismo y aspira a lograr la creación de un poema de carácter puramente intelectual –de ahí que invoque a la inteligencia desde el principio–. Los últimos tres versos que cierran el poema son casi una repetición de la idea con la que se inició, por lo que estaríamos frente a una estructura de tipo circular; sin embargo, sí que podemos afirmar que hay una ampliación con respecto a lo dicho al principio: no se conforma con el nombre de las cosas, sino que va más allá, desea nombrarlo todo con ese carácter intelectual al que aludíamos antes. El uso repetido de la conjunción “y” en los últimos versos parece ampliar el número de elementos enumerados, como si el poeta no los hubiera puesto todos.
El tema ya ha quedado esbozado de alguna manera. El poeta ansía, busca un nuevo lenguaje que sea en sí mismo una creación –entroncaría así con las vanguardias que aparecieron posteriormente, especialmente con el Creacionismo, que postulaba que el poeta es un pequeño dios y el verso la llave que abre mil puertas; los creacionistas pretendían crear una nueva realidad en su poema–. Cuando JRJ afirma “que mi palabra sea la cosa misma creada por mi alma nuevamente” se anticipa de algún modo a este movimiento vanguardista.
Fondo y forma se complementan, como veremos a continuación. Empieza el poema con un apóstrofe a la inteligencia, que así aparece personificada, pues el poeta le pide, le exige “el nombre exacto de las cosas”. La urgencia del creador viene expresada por la oración exclamativa y la modalidad exhortativa. Pasa después a expresar sus deseos mediante la fórmula que + subjuntivo, en cuya estructura profunda podríamos recuperar el verbo en primera persona “quiero”. A pesar de que carece de rima propiamente dicha –solo encontramos la repetición de la palabra “cosas” al final de verso en cinco ocasiones– se consigue el ritmo gracias a las repeticiones (“inteligencia, dame…”; “que por mí vayan todos”), las anáforas, los paralelismos (“los que no las conocen”, “los que ya las olvidan”) y las epíforas (“a las cosas”). Esto, además, contribuye a fijar el tema, la importancia que da el poeta a “las cosas”, vocablo que aparece siempre, además, al final del verso en la mayoría de las ocasiones. Podríamos, hablar, por tanto, de diseminación.
Destaca, ante la profundidad de lo enunciado en el poema, la sencillez del léxico empleado, en el que todos los términos son de uso común. Esta es otra característica de la poesía pura, al menos tal y como se entendió en nuestro país, que no fue a la manera francesa. Allí, partían de la idea de Poe de su obra The poetic principle en que se definía la poesía pura como la expresión de algo misterioso. Sin embargo, en palabras de Jorge Guillén –posteriores a la obra de JRJ que comentamos– la poesía pura española lo fue, ma non tropo, es decir, no demasiado. Para Guillén, la poesía pura se asimilaría a la química, y significaría una “fiesta para el intelecto”. Vemos, pues, como JRJ se anticipa todas estas ideas y desde unos inicios en el seno de la poesía modernista fue madurando su trayectoria poética.
• 01/05/2006 0:35:00.
• Mensajes: 63
• Registrado: diciembre 2005.
tiaaaaaa magnifico comentario, me ha parecido muy completo y bastante acertado, vaya, q el mio... se queda mas que corto, jejeje.
de verdad, gracias por compartir con todos nosotros tu comentario, magnifico, me ha gustado mucho.
• 01/05/2006 0:41:00.
• Mensajes: 13
• Registrado: marzo 2006.
Gracias, aunque yo creo que faltarían más cosas, solo que yo no las veo. Con JRJ siempre tengo la sensación de que me faltan cosas. Si os sirve de algo el comentario, me alegro.